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Tu vocación, tu impacto: De la teoría a la práctica

  • Foto del escritor: Carlos A. Valenzuela
    Carlos A. Valenzuela
  • 9 oct 2024
  • 4 Min. de lectura

En mi ponencia como conferencista invitado al Ciclo de Conferencias en el Marco del XVII aniversario de la Licenciatura en Salud Pública “De la Teoría a la Practica”, en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, tuve el propósito de invitar a los estudiantes a reflexionar sobre su vocación profesional y cómo esta se convierte en impacto real a través de acciones concretas.


¡Motivar a construir una identidad profesional desde el pregrado!


"Ten cuidado con lo que deseas, porque puede llevarte a lugares inesperados."

Esa fue una de las primeras frases que compartí al iniciar mi charla, y no lo dije al azar. La vocación tiene esa peculiar forma de manifestarse cuando menos lo esperas, muchas veces llevándonos por caminos que jamás imaginamos recorrer.


A lo largo de mi vida, he estado en espacios que nunca pensé habitar: desde zonas rurales de Tabasco hasta salas de juntas en la Ciudad de México donde se formulan políticas públicas de salud.


Todo comenzó con una simple pregunta que, hasta el día de hoy, sigo haciendo a cada nueva generación de estudiantes:


¿Qué haces aquí?


No me refiero solo al aula o la facultad. Me refiero a la carrera, a esta elección de vida: ¿por qué estás estudiando Salud Pública?


Muchos responden que llegaron por descarte, porque no fueron aceptados en Medicina, o simplemente porque no querían perder un año. Y aunque eso pueda sonar decepcionante al principio, yo les digo: tranquilos, la vocación no siempre nace desde el principio... muchas veces se descubre en el camino.


La vocación no es un destino, es un proceso


La Real Academia Española define la vocación como la "inclinación a una profesión, estado o carrera". Pero esa definición se queda corta si no le sumamos el elemento humano, el elemento pasión.


Muchos de nosotros llegamos a la carrera con dudas. En mi caso, lo confieso públicamente: repetí el primer semestre. No me gustaba lo que estudiaba. Incluso me fui de regreso a Tabasco por un año. Pero algo me llamó de vuelta. Regresé y le fui tomando cariño, gusto, y sí, vocación.


Mi entorno me influyó: crecer en una zona rural me conectó con la comunidad. Mi formación en la Facultad de Salud Pública me dio estructura. Mi curiosidad me llevó incluso a trabajar en publicidad (sí, promocionando refrescos, todo lo contrario a la salud). Pero fue justo ahí donde descubrí habilidades que más tarde pondría al servicio de la salud.


Entre micrófonos, cámaras y políticas públicas


La vida me llevó a la locución, la televisión, la producción de contenido. Fui extra en comerciales, participé en campañas, hice voz en off... Todo eso me ayudó a construir una identidad profesional diferente.


Más adelante, esa identidad encontró su propósito: Salud Pública Digital, un proyecto de divulgación en redes sociales para hablar de salud desde un enfoque accesible, creativo y profesional. Gracias a eso, me invitaron a conferencias, a dar clases, a participar en eventos nacionales e internacionales… incluso a representar temas ambientales ante organismos como la ONU.


Formé parte del Servicio Nacional de Salud Pública en la Ciudad de México, donde diseñé estrategias de salud con impacto social real. Y todo eso ha sido posible porque un día me pregunté:


¿Qué estoy haciendo para que me vean?


No necesitas solo una cámara y un micrófono para dejar huella. Pero sí necesitas pasión, disciplina, constancia... y sobre todo, propósito.


He conocido estudiantes que comenzaron un proyecto desde la facultad y eso los llevó a espacios importantes como la Sociedad Mexicana de Salud Pública. No esperes a salir para “ver qué pasa”. Empieza a construir tu camino ahora. Usa las redes, los foros, las aulas, los pasillos. Hazte visible.


¿Y tú? ¿Qué estás haciendo para que te vean?


Estamos en una época donde incluso los médicos hacen TikToks, y aunque algunos critican esto, yo pienso: si lo vas a hacer, hazlo con propósito. Usa los medios como herramientas. Dale contenido y sentido a tu presencia.


Porque el sistema no te va a buscar. Las oportunidades no siempre tocan la puerta. Tienes que salir a construirlas, a crear tu espacio.


Datos que hacen pensar


  • Solo el 16% de las personas cree que tiene el trabajo de sus sueños.

  • El 30% de los estudiantes abandona la carrera en el primer año.

  • El 55% trabaja en algo relacionado con su carrera… cuatro años después de egresar.

  • El 82.9% cree que tener un trabajo vocacional da mayor satisfacción personal.


¿Y tú? ¿Quieres estar del lado del 16%… o del 84%?


Tu vocación sí puede ser tu camino


No te digo que elijas solo con el corazón. Todos queremos estabilidad, reconocimiento y un buen ingreso (yo también tengo la mala costumbre de comer tres veces al día). Pero si logras alinear lo que amas, con lo que sabes hacer y lo que el mundo necesita, tendrás una profesión, sí, pero también un propósito de vida.


No se trata solo de ser, sino de hacer. De dejar una huella en la comunidad, en el entorno, en las personas que te rodean.


¿A dónde quieres llegar?


Yo siempre dije: “Quiero estar en un lugar donde pueda ser… pero también hacer”. Ese lugar puede ser diferente para cada quien. Lo importante es que lo construyas desde tu vocación.


Y tú… ¿ya comenzaste a construir el tuyo?



Si este texto te movió algo por dentro, entonces ya comenzamos a hablar de vocación.

Comparte, comenta o simplemente haz algo con lo que ahora sabes.

Nos vemos en el camino.


Y recuerda,

Ser salubrista no es un trabajo, es una vocación.

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